A la mujer que me ha hecho sufrir
Y que ha logrado que pudiese parir
tantas palabras extrañas
que jamás hubiese pensado escribir.
A esa mujer donde quiera que vaya
y ese amor que me negaste.
A ti, Cristina,
de tantos corazones rotos,
si, culpable.
Quiero que sepas
que me has obligado
que hoy llegase hasta aquí.
Porque de principio a fin
alguien había, ya, entendido,
que jamás serias para mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario